En esta campaña, el objetivo era informar a la compañía de la importancia de una gestión eficiente del tiempo. Para ello, creamos un personaje que tenía mucho que ver con el tiempo: el doctor Minut. Nuestro doctor, obsesionado con el tiempo, se dedicaba a advertir de las nocivas consecuencias de una reunión interminable, del uso indebido del teléfono móvil o de la ingesta desmedida de correos electrónicos.

Mediante diferentes mensajes repartidos por la oficina, el doctor Minut presentaba un remedio para cada situación de pérdida de tiempo. Así, los empleados podían encontrar un bote de gominolas «Reunina Complet» en la sala de reuniones o un email en su correo electrónico con sugerencias y recomendaciones sobre un uso adecuado del tiempo en cada espacio.

Una divertida y útil campaña, que permitió experimentar en los pacientes una asombrosa mejoría.